¡Familia! Hoy os traigo una receta que os va a encantar: berenjenas a la parmigiana. Un plato clásico de la cocina italiana que se convierte en una verdadera delicia, con capas de berenjenas fritas, salsa de tomate casera, mozzarella y ese toque de queso gratinado que hace magia. Vamos a ello, ¡a cocinar!
Elaboración
Comienza lavando y cortando las berenjenas en tiras gruesas. Ponlas en un colador y espolvorea con un poco de sal. Deja que reposen durante unos 20 minutos para que suelten su jugo amargo. Luego, sécalas bien con papel absorbente.
Ahora, pasamos a empanar las berenjenas. Primero, cúbrelas con harina, luego sumérgelas en huevo batido y, por último, pásalas por pan rallado. Asegúrate de que queden bien cubiertas para que queden bien crujientes al freírlas.
Pon a calentar aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Fría las berenjenas en tandas hasta que estén doradas y crujientes. Luego, colócalas sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite.
Mientras tanto, en otra sartén, vamos a hacer la salsa de tomate. Sofríe los ajos picados en un poco de aceite y, cuando estén doraditos, añade la salsa de tomate triturada y unas hojas de albahaca fresca. Cocina a fuego medio hasta que la salsa reduzca un poco y espese, lo que le dará un sabor más concentrado.



Es el momento de montar el plato. En una fuente para horno, pon un poco de salsa de tomate en el fondo. Luego, agrega una capa de berenjenas fritas, otra capa de salsa, albahaca fresca, mozzarella y un poco de queso rallado. Repite el proceso hasta que se terminen los ingredientes, terminando con una capa de queso rallado para ese toque gratinado.
Lleva la fuente al horno precalentado a 125°C y hornea durante unos 20 minutos, o hasta que el queso esté bien fundido y dorado.


Cuando lo saques del horno, déjalo reposar unos minutos antes de servir. ¡Y ya está! Tienes una berenjena a la parmigiana espectacular que será el centro de atención en tu mesa. ¡Que aproveche!
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