¡Bienvenidos al blog! 👋🏻
Supongo que estaréis de acuerdo conmigo en que los vinos son uno de los productos que más se disfrutan en buena compañía. Y no me refiero al maridaje, que también, sino a las personas que rodean la mesa. En las últimas semanas he probado unos vinos increíbles de la Bodega Cerro San Cristóbal y en el post de hoy os voy a contar un poco más sobre la experiencia, porque lo hemos pasado realmente bien.
Para empezar, quería contaros que esta bodega está situada en Almonaster la Real, (Huelva) y lleva desde el año 2006 elaborando vinos. He tenido el placer de probar su ‘Color de Iris’, ‘Mis 2 estrellas’, ‘Bienteveo’ y ‘Bemoles’. Hablamos de vinos con mucha elegancia, calidad y personalidad.
Los dos primeros que he nombrado son vinos blancos, que probé con mi hija Daniela y sus amigos. Jóvenes con ganas de aprender sobre el mundo del vino y la cultura que lo envuelve, y aquí un servidor encantado de mostrar las curiosidades de este magnífico producto. Primero probamos ambos vinos solos y después los maridamos con fresas de Huelva, chocolate y finalmente con tortilla de patatas, para sentir el contraste de sabores.
Si queréis ver las reacciones y las opiniones de mis acompañantes millenials, tenéis el vídeo en este enlace.
Los vinos ‘Bienteveo’ y ‘Bemoles’ los probé con unos amigos con más experiencia, jugamos a vendar los ojos para adivinar cuál era uno u otro simplemente por el aroma y el sabor. También probamos a degustarlos con queso y jamón. La verdad que disfrutamos de la tarde y es que, como dice George Brassens, “El mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte”.
Si queréis ver las conclusiones que sacamos sobre estos dos tintos, tenéis el vídeo en este enlace.
En mi opinión todos los vinos estaban espectaculares, ¡me costaría mucho elegir! Espero que os gusten los vídeos con mi hija y mis amigos, pronto os traeré más degustaciones, más cocinas y más retos. Recordad suscribiros a mi canal de Youtube para seguir cada vídeo 😉
¡Hasta la próxima semana, cociner@s 👨🏼🍳!