Hay días en los que no te apetece complicarte en la cocina… pero tampoco te conformas con un bocata triste. Para esos momentos existe esta maravilla: gambones al ajillo con huevos, una receta sencilla, resultona y de las que piden pan a gritos.
Una sartén, cuatro cosas que seguro tienes en casa y 10 minutos después estás delante de un plato que lo tiene todo: sabor, picantito rico, huevo frito con puntilla y esa salsita de ajo que no se olvida. Vamos, que si lo pruebas una vez, repites fijo.
Paso a paso
- Prepara la base de sabor
En una sartén con un buen chorro de aceite de oliva, añade los ajos laminados y la guindilla. Dóralos a fuego medio hasta que empiecen a soltar todo su aroma. - Hora de los gambones
Añade el pimentón con cuidado de que no se queme (rápido y con cariño), y acto seguido, los gambones. Saltea todo un par de minutos hasta que cojan ese colorcito que enamora. - Perejil para rematar
Justo antes de apagar el fuego, añade el perejil picado y mézclalo todo bien. La cocina ya huele a gloria. - Huevos fritos con puntilla
En otra sartén, fríe los huevos como Dios manda: con la yema jugosa y los bordes crujientes. Que no falte la sal al gusto. - Monta el espectáculo
Sirve los gambones en un plato y corona con los huevos fritos. Pura fantasía para romper la yema y mezclarla con el ajillo.



¿Ya estás salivando?
Pues imagina cómo huele esto en casa. Si te ha gustado esta receta, no te vayas sin curiosear el resto del blog, mi Instagram o TikTok. Hay más ideas fáciles, sabrosas y listas para lucirte sin complicaciones.