Hoy te traigo una receta de las que no fallan. De las que huelen a casa, a cocina de madre, a cuchareo con pan del bueno. Vamos a preparar unas papas panaderas con huevo y tomate que están para mojar pan… ¡y repetir!
Una receta sencilla, pero con truco, como me gusta a mí. Porque aquí lo importante es dar con el punto justo de las patatas, dejar que el tomate suelte todo su saborcito y, por supuesto, coronarlo con un huevo bien hecho que lo una todo. Si ya se rompe la yema y se mezcla con las papas… mejor no te lo cuento, ¡míralo tú en el vídeo!
Elaboración:
- Corta las patatas en rodajas finas (tipo panadera) y la cebolla en juliana. Aquí no hace falta complicarse: cuchillo bien afilado y a por ello.
- En una sartén grande, echa un buen chorrito de aceite de oliva y añade las patatas con la cebolla. Salpimenta y deja que se hagan a fuego medio-bajo. No las frías, sólo cocínalas lentamente para que queden tiernas.
- Cuando estén blanditas (unos 15-20 minutos), añade el tomate triturado o rallado. Remueve bien y deja que se cocine todo junto unos 10 minutos más, para que el tomate se mezcle con las patatas y coja todo el sabor.
Montaje y preparación
- Ahora viene la magia: haz unos huequecitos entre las papas y casca los huevos dentro. Tapa la sartén y deja que se cuajen al gusto. A mí me gusta que la yema quede un pelín líquida, para mezclarla después.
- Si quieres, espolvorea un poco de orégano o tomillo seco justo antes de servir. Le da ese toque mediterráneo que tanto nos gusta.
Puedes hacer esta receta al horno si prefieres: mete las papas con el tomate ya mezclado en una fuente, casca los huevos por encima y hornea a 180º unos 8-10 minutos. ¡Listo para llevar a la mesa directamente!
Si te ha gustado este plato, en el blog tienes muchos más, todos fáciles y sabrosos. Échale un vistazo y encuentra la próxima receta que vas a querer repetir cada semana 😉. También puedes descubrir más recetas en mi Instagram o en mi TikTok.
