¡Familia, esta vez os traigo una revolución en el mundo de las patatas! Os presento las patatas crujientes definitivas, un plato que cambiará para siempre vuestra forma de disfrutar de ellas.
Elaboración
Empezamos cocinando un par de patatas troceadas hasta que estén tiernas. Una vez cocidas, las pasamos a un bol y las chafamos muy bien, buscando obtener esa textura perfecta que hará de base para nuestra receta.
El siguiente movimiento es clave: añadimos un toque de maicena, ese ingrediente mágico que garantiza ese punto crujiente. También espolvoreamos un poco de tajín para darle ese picante sutil, tomillo para aromatizar, y mezclamos todo muy bien.
Llevamos esta mezcla a una bolsa de congelar y la aplastamos bien, la llevamos al congelador y esperamos un par de horas.
Llega el momento final, calentamos una sartén con un generoso chorro de aceite de oliva virgen extra, cortamos la mezcla en bastones y los freímos hasta alcanzar ese dorado crujiente que buscamos.
Y así, conseguimos las patatas crujientes definitivas. Un verdadero espectáculo para los sentidos, perfectas para cualquier comida o simplemente para disfrutar de un capricho crujiente y delicioso.
Si quieres conocer más recetas, echa un vistazo a mi blog. ¡Las hay para todos los gustos!