Hay mucha gente que piensa que la Navidad son las luces, los regalos o el frío polar (ese que por Andalucía sentimos aproximadamente dos semanas al año, y, y…). ¡Pues yo tengo mi propia teoría! La Navidad es la cocina de tu abuela Carmen, ese olor a comida constante el día entero, las artimañas que hacías con tus primos y hermanos para intentar coger una croqueta antes de tiempo… Ay, ¡qué tiempos aquellos!
Tanta nostalgia me ha dado hambre… ¿Y si preparamos unas patatas revueltas al estilo de la abuela Carmen? ¡Presta atención, porque en unos minutos estarás saboreando recuerdos navideños de los buenos!
Elaboración
Corta las patatas a láminas y ponlas en un bol. Después de enjuagarlas, añade sal y déjalas en agua al menos 10 minutos reposando, de esta forma soltarán todo el almidón.
A continuación, fríe las patatas con abundante aceite. Mientras tanto, ve salteando una cebolla en juliana, es decir, cortadas muy finitas, a modo aros. Y una vez que estén bien fritas las patatas, añádelas al refrito de cebolla.
Tras saltearlo todo un poquito, añade entre 4 o 5 huevos y revuelve la mezcla muy bien. Y antes de que el huevo se haga demasiado, ¡ya lo tienes!
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