¡Prepárate para sorprender y deleitar con unas piruletas de plátano y queso que rompen con lo convencional! Esta receta transforma ingredientes simples en un bocado innovador y deliciosamente crujiente. Aquí te dejo el paso a paso para que puedas prepararlas tú mismo.
Elaboración
Primero prepara la base de plátano, empieza machacando los plátanos en un bol hasta conseguir una crema homogénea. Pasa esta crema a una manga pastelera para que sea más fácil su manejo.
Moldea las piruletas, pon la crema de plátano en moldes para polo, llenándolos hasta aproximadamente tres cuartos de su capacidad. Corta el queso Emmental en 4 trozos para que quepan en los moldes. Inserta un palillo en cada trozo de queso y luego sumérgelos en la crema de plátano dentro de los moldes. Asegúrate de que el queso quede bien cubierto por la crema para evitar que se salga durante la fritura.
Lleva las piruletas al congelador durante al menos 4 horas, para que la mezcla se solidifique completamente.
Una vez congeladas, retira las piruletas del congelador y prepárate para el rebozado. Pásalas primero por huevo batido, luego por pan rallado grueso, nuevamente por huevo y una segunda vez por pan rallado, asegurando una cobertura uniforme y crujiente.
Calienta abundante aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Fríe las piruletas hasta que estén doradas y crujientes, lo que debería tomar unos minutos por cada lado.



¡Y ya está! Tienes unas espectaculares piruletas de plátano y queso listas para sorprender. Estas piruletas son un ejemplo perfecto de cómo combinar sabores y texturas para crear un snack que no solo es divertido de comer, sino también irresistiblemente delicioso. Sirve inmediatamente para disfrutar de todo el crujiente.
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