No todos los días te dan un premio que lleva tu fruta favorita en el nombre.
Y mucho menos si se trata del Premio Fresa del 10º Congreso Internacional de Frutos Rojos.
Recibir este reconocimiento en mi tierra, Huelva, y de manos del sector que tanto admiro, ha sido un regalo tan dulce como las propias fresas que nos representan por medio mundo. Quiero dar las gracias a Freshuelva por pensar en mí y por todo lo que hacen para poner en valor nuestros frutos rojos, que no solo son una maravilla para el paladar, sino también un motor económico y social para la provincia.
Mi historia con los frutos rojos viene de lejos. Me los he comido, cocinado, contado, promocionado y defendido allá donde he ido. Porque creo firmemente que no hay mejor embajador gastronómico de Huelva que sus fresas, arándanos, frambuesas y moras.

Este premio no es solo un reconocimiento personal, sino también una oportunidad para seguir difundiendo el amor por estos pequeños grandes tesoros de nuestra tierra. Así que gracias, de corazón, por este Premio Fresa que guardaré siempre con orgullo.
Y si algo me hace ilusión es pensar que este reconocimiento servirá para seguir sumando esfuerzos entre cocineros, productores, medios y consumidores. Porque cuando apostamos por el producto local, ganamos todos: ganan nuestros campos, nuestra economía y nuestra salud.
Seguiré hablando de frutos rojos cada vez que tenga ocasión, en la cocina, en redes o en la radio. Porque cuando algo es tan bueno, lo mínimo que se puede hacer es compartirlo.
¡Seguimos sembrando pasión por lo que comemos!


